domingo, 25 de octubre de 2009

LXIII


Hacía mucho tiempo
ya no sabía nada de tí.
Y tú de mí tampoco sabías nada.
Pero esa noche de abril
al cruzarse de nuevo
nuestras miradas,
tuvimos la certeza
de haber encontrado al fin
lo que por tantos
años perseguimos en vano.
Y fue en ese segundo
que se hizo la luz
en medio de las sombras.
Así sin pedir permiso,
el amor se mudó para vivir
en medio del pecho,
quiénes somos nosotros
más que simples mortales,
para cuestionarle sus designios,
ya nadie puede ignorar la realidad
de lo que nos ha regalado el destino.

jueves, 24 de septiembre de 2009

LXII

Si alguna vez se vuelve fría la madrugada,
abrázame fuerte y sosténme entre tus brazos,
tu que sabes la verdad de lo que guardo dentro,
no me abandones nunca al vacío del firmamento.

Abrázame siempre y ayúdame a permanecer parada,
acompáñame en el camino de la alborada,
quédate a mi lado en todo momento,
sé mi descanso y mi alimento,
devuélveme los sueños
hechos realidad en nuestra vida,
y no te alejes nunca,
compartamos los días que nos quedan
siempre unidos bajo el sol que nos cobija.

martes, 22 de septiembre de 2009

LXI

Ya nosé si fui sabia, loca o prudente;
solo sé que en aquel momento
toda la gente alrededor desvaneció
en el momento que renació mi corazón.
Y si acaso ese sentimiento
me mantuvo desvelada en el intento;
le dió nueva razón de ser
a mi vida con el tiempo.

Una noche clara de verano,
llegó, al fin, risueño;
su cabeza en mi pecho,
sus labios en mis besos,
sellando el renacer
de una nueva historia
que nos regala
la promesa de lo eterno.

viernes, 7 de agosto de 2009

LX


En el eco de mis muertes
se sienten los últimos latidos,
como parece ahora extraño
el aire que los envuelve,
desde la penumbra surgiendo
parecen mutilados,
viejos destellos de luz
por el silencio cercenados.

El alma espectral
eco de penumbras,
canta el adiós eterno
al pie de la alborada,
ya no queda aliento,
ya no quedó nada,
luciérnaga marchita
se ha quedado sin palabras.

miércoles, 22 de julio de 2009

LIX

Ahora que pasó la noche,
encontré que la lluvia lavó el aire,
y en el agua cayendo
encontré las lágrimas
que quedaron al terminar la niebla.
Ya no te lamentes
del tormento que pasó entre nosotros
dejando de recuerdo talvez su herida,
porque regresó también la paz de nuevo
y voy teniendo el corazón completo
con la parte de vida que me dejaste,
y llevo llenas las manos
de lirios blancos arrancados
a un lado del camino.
Fíjate,
aquí estoy con paso firme,
la frente alzada hacia el cielo
mirándote con dulzura hacia el firmamento;
me diste esperanza en tu voz tranquila,
me diste alegría en tus besos,
ya no te lamentes más,
que de a poco voy recuperando el aliento.

jueves, 16 de julio de 2009

LVIII


Una estrella cayó de lo alto esta noche,
fracturándose la magia,
ella sólo quiere levantarse
cuando aún el cielo sigue a oscuras
y titilan tenues los deseos detrás del alba.
Vagabunda, robada y sombría,
se protege escondida de la niebla hambrienta
que amenaza con llevarse su inocencia.
Una estrella cayó de lo alto esta noche,
y en ese instante perdió su vida,
si buscando entre la hierba aquietada
pudiese encontrar la palabra que falta,
alcanzaría de nuevo a elevarse hacia el cielo,
y volver a brillar apacible en silencio.

LVII



Hoy le escribo a tu amor,
necesito sentirlo cerca,
necesito tu valor
para sobrepasar la pena injusta,
alzarme alto hacia la aurora y seguir,
sin mirar lo gris que quedó debajo.

Hoy le escribo a tu amor,
porque lo necesito más que nunca,
mis silencios le reclaman su descanso,
le reclaman la paz que promete en un beso,
para descansar mi frente y sanar la herida;
quédate a mi lado y devuélveme la alegría!

LVI


Olvidarte en el invierno de mis días,
ha sido una de las cosas más difíciles
que me ha tocado en la vida,
letargo amargo,
camino sin retorno;
fuiste el sueño prometido
sucumbido en un segundo derrotado.

Caer, levantarse y volver a empezar;
cuantos muchos repiten la fórmula mágica
que garantiza volver a encontrar felicidad,
pero será que funcionará contigo?
será que tus sombras
lograré traspasar?

Aquí sigo yo,
mezcla de orgullo herido y amargura,
y es así porque lo admito,
pues me sigue matando un poco
el veneno que dejaste en tu camino.

Dicen el tiempo lo cura todo,
y ojalá lo haga conmigo;
porque sé muy bien
que no lograré avanzar
en el inmenso cielo infinito,
si no logro encontrar la forma
de abandonarte en el olvido.

domingo, 24 de mayo de 2009

LV


Van cayendo como gotas de rocío,
envolviendo dulcemente
las manos que los protegen;
ternura infinita que arrulla,
que calma,
que invita al descanso...

Y siguen soñando
abrazados siendo uno mismo
en el silencio,
un corazón latiendo
al ritmo del otro,
labios de fuego y de miel,
que levantan al cielo
una misma promesa eterna:
"en la próxima vida nuestra,
mucho antes que ahora
de nuevo te encontraré".

miércoles, 15 de abril de 2009

LIV


Se han marcado en mis manos
las huellas del camino,
dejando la marca indeleble del destino,
de nada vale esconderse,
o querer huir del juicio,
porque la sentencia está escrita
en lo alto del cielo
sin poder borrarse la tinta.
Y aquí me quedo
en silencio esperando,
la hora y minuto exacto
en que empiece mi castigo,
me dieron cadena perpetua,
el silencio es la condena,
sin poder abrir los ojos
ni gritar mas tu nombre,
en mi pecho morirá marchito,
sin conseguir un instante de alivio
eterno será este martirio.

domingo, 5 de abril de 2009

LIII


Pasan los días dulcemente
entretejiendo encuentros mutuos,
y es que mi vida ahora parece
el culminar de un largo sueño andado.

Y encuentro en esos ojos pardos,
que desnudan el alma al mirarme,
el lugar donde mi caminar descansa,
el refugio en donde puedo encontrarme.

viernes, 27 de marzo de 2009

LII

Ya no logro acostumbrarme a la costumbre,
aquella disfrazada de paciencia,
que me obliga a atar mis manos
y que disuelve la voluntad
debilitándola implacable a su paso.
Y es cierto también
que mucho tiempo he vivido
sumisa bajo su manto,
y también es cierto que logró
que olvidara la esperanza a su paso,
y quizás a alguien le suene triste estas letras,
pero no lo son, son sólo el eco del pasado,
que si bien ya no me alcanza tampoco nunca la dejaré de lado,
porque quiero recordarla para tener presente siempre
que nunca nadie más me vuelva a atar las manos,
que nunca yo vuelva a bajar cabeza,
porque no renuncio a la vida que ahora abrazo,
y no renuncio a la fuerza que me transmitieron sus abrazos,
ya no volveré a ser, alguien que se dejó de lado,
porque tengo el valor y la voluntad de ser mujer,
recorriendo mi camino aferrada fuertemente a todo lo que valgo.

miércoles, 25 de marzo de 2009

LI

Tu voz es dulce poesía
para el deleite de la brisa,
que la envuelve y la eleva
entre el verdor de las hojas
del tiempo encantado,
se desliza en silencio
desnudando mi pecho y mi espalda;
alimentándose del néctar
que guarda para tí mi alborada.

Tu voz es dulce poesía,
que declama su canto
sin decirme nada,
resonando las estrofas
de tiempos remotos guardados
y que hoy se revelan
bajo la luz embrujada,
tu voz es poesía;
así como poesía es tu alma.

L


Pereció la historia
del pájaro herido ,
sacado a golpes fuera de la sombra,
fue arrojado al frío del olvido.
Hoy me siento en la parte de esa sombra
que vive en las penumbras,
y junto los pedazos rotos
que han quedado en el piso,
y mirando esas figuras
ya no reconozco esos fantasmas.
Y es que vivieron bastante furia
y demasiada soledad,
que fueron mutando dejando de ser
imágenes transparentes
para convertirse en espectros pálidos,
llenos de lamentos ahogados en silencio.
Y no, los sigo mirando y no los reconozco,
así que termino de limpiar lo que quedó en el piso,
quito el polvo añejo y prendo la luz,
pensando que quizás fue el lápiz del destino
que así lo escribió desde el principio,
para que en este preciso momento,
sean arrojados por última vez,
el resto que ha quedado de esos espectros
al abismo hambriento del olvido.

XLIX

Demasiado tarde para algunos sueños.
Fueron escurriéndose en silencio,
llegando las horas del otoño
y sin que nadie lo notara
se perdieron en el tiempo.

Muy tarde, ya no queda nada,
la sombra vacía no refleja la aurora,
hay hambre de otros sonidos,
hay cansancio en los pasos,
lentos y solitarios
deambulan ya en vano.

Nada. Demasiado tarde,
Ha escapado el lucero,
es muy largo el trecho
que se ha alejado,
y los brazos tan cansados
ya no quieren alcanzarlo.

miércoles, 18 de marzo de 2009

XLVIII

Has dejado tu nombre en mi almohada,
la forma de tu silueta en el desvelo,
compañía en el silencio de tu ausencia,
acosando mi sombra en el espejo.

Dejaste tu nombre bajo la almohada,
y el sabor de tus besos en el aire,
hilando las noches que han estado,
tu alma y la mía desbordados,
consumiendo las ansias con el alba.

Dejaste tu nombre,
en mi vida y en mi cama,
en cada segundo escondido
que existimos lejos del mundicio,
allí donde la luna nos sonríe,
dejaste tu nombre en mi alma.

miércoles, 11 de marzo de 2009

XLVII


Junto al último sol he de amarte,
en el lugar dónde siempre vivimos
antes que caiga la tarde,
tomaré tus manos en las mías
y con cada historia que guardan,
sentirás que yo he estado ahí,
entre sueños o en presencia.

Junto al último sol he de amarte,
sonriéndole a la vida
por los recuerdos compartidos,
por ese amor inmenso que
fue creciendo con los años,
alimentándose de besos y de abrazos.

Junto al último sol he de amarte,
y en la inmensidad de lo desconocido
te seguiré esperando,
hasta reencontrarnos de nuevo
para nunca más dejarnos.

sábado, 7 de marzo de 2009

XLVI


Cuan hermoso tú, el desvelo;
testigo silente del encuentro furtivo,
en ti resguardados amantes cautivos,
buscando tu abrigo
para satisfacer sus caprichos.

Cuan hermoso para mí
has sido tú, el desvelo;
cuantas noches acompañando
mis ojos abiertos;
tomaste de mi mano
el secreto que celo;
y devolviste un puñado
de estrellas en reflejo.

Me has amado así,
sencillamente en silencio;
descubriendo el escondite
donde reposan los sueños;
piel con piel te abrigaste
al calor del deseo;
y dejaste tu marca eterna
para siempre en un beso.

jueves, 5 de marzo de 2009

XLV


Quisiera ser tu sombra
y acompañarte a dónde vayas,
seguir tus pasos compañeros,
marcar tu ritmo en el silencio
el recorrer de tu distancia.

Quisiera ser tu sombra
testigo mudo de tus sueños,
ángel etéreo que acompaña,
el camino que recorres
surcando el cielo del mañana.

Quisiera ser tu sombra,
firme guardián de tus suspiros,
proteger los latidos de tu pecho,
y alimentar el resplandor
de la promesa que deseas en secreto.

domingo, 1 de marzo de 2009

XLIV


Regresan de nuevo
las sombras tardías,
mudos testigos
del ocaso sin fin;
regresan de nuevo
a atormentar mi vida,
amenazar la existencia
del viejo sentir.

Regresan pensantes
cubiertas de polvo,
cubiertas de lamentos
que no llegaron a ser,
las sombras avanzan
por sobre el ocaso,
por sobre la luz
del amanecer.

miércoles, 25 de febrero de 2009

XLIII


Profundo latir en el pecho,
añora tu nombre en mi piel,
que regreses cada tarde de nuevo,
regreses al descanso
que da abrigo al querer.

Inmenso latir en silencio,
que marca las horas del anochecer,
que solo lo escucha el deseo,
que busca en el lecho tu ser.

Latido en el pecho despierta,
la pasión de nuevo al sentir,
tu piel en la mía que añora,
que busca la vida en mí.

Y pasan las horas eternas,
naufragan al amanecer,
enredadas las escondo en el cielo,
para que nunca me dejen de querer.

martes, 24 de febrero de 2009

XLII



Soy la misma de ayer,
mas diferente en el tiempo;
la muchacha de ojos tristes
que pintaba un mundo
en versos silentes,
la niña que soñaba
por las noches
con la risa contagiosa
que atesoraba tus secretos,
que deseaba en silencio
descansar a tu lado
admirando el firmamento.

Soy la misma de ayer,
arrugas más; arrugas menos,
quinceañera enamorada
deseando un cuento de hadas
deseando el deseo mismo
suspendido en el tiempo;
la niña que lloró
un día tu partida,
mas te siguió amando
sin saberlo,
guardando para tí
todas sus ansias,
aguardando tu regreso
entre versos con constancia.

Soy la misma de ayer,
hoy hecha mujer
que vuelve a tu vida,
a terminar de entretejer
los sabores que no concluyeron
nunca del todo;
la única que tiene
la llave secreta del cofre
de tus sueños oxidados,
la que te oye en el silencio,
te siente en la ausencia,
te reconoce en el amor.

Si. Soy la misma niña,
la que siempre te quiso
así, sin condiciones;
la que hasta el día de hoy
te sigue queriendo
de la misma forma
magnificada en tu cariño,
la niña que guardó para vos
mil te quieros secretos,
y hoy te los regala
todos juntos,
se los devuelve completos
a su verdadero dueño.

domingo, 18 de enero de 2009

XLI


Estar así es ser perfecta,
entrelazados en un abrazo eterno
en donde el mundo se desvanece,
y se detiene el tiempo en un segundo
al maravillarse con nosotros en silencio.

Sentirte así es estar viva;
es atesorar nuestro amor magnificado
desbordante en mi pecho,
y saber que me comprendes
más allá de mis secretos,
aunque no encuentre palabras suficientes
para describirte lo que siento.

Poder tenerte así es ser feliz;
es tener la certeza de compartir contigo
toda la alegría de nuestros sueños,
y despertar cada mañana agradecida por querernos.