viernes, 21 de abril de 2023

CXIII



Me atrevo a soñar
un viejo sueño roto,
ajado de recuerdos grises,
escondido entre la bruma
de un pálido domingo,
como quien no conoce
de amaneceres tristes.

Me atrevo a cortar
la tela que lo envuelve,
ya casi sin color víctima
del tiempo inerte,
mientras desempolvo 
sus suspiros perdidos,
se parece al lánguido reflejo 
de lo que nunca fue existente.

Me atrevo a soltar
entumecido el corazón 
de  recuerdos fracturados,
vuelan sus pedazos al viento,
y se vuelven ceniza,
y se vuelven mil luciérnagas
que explotan todas juntas 
en fuegos de colores sin tiempo.