miércoles, 22 de julio de 2009

LIX

Ahora que pasó la noche,
encontré que la lluvia lavó el aire,
y en el agua cayendo
encontré las lágrimas
que quedaron al terminar la niebla.
Ya no te lamentes
del tormento que pasó entre nosotros
dejando de recuerdo talvez su herida,
porque regresó también la paz de nuevo
y voy teniendo el corazón completo
con la parte de vida que me dejaste,
y llevo llenas las manos
de lirios blancos arrancados
a un lado del camino.
Fíjate,
aquí estoy con paso firme,
la frente alzada hacia el cielo
mirándote con dulzura hacia el firmamento;
me diste esperanza en tu voz tranquila,
me diste alegría en tus besos,
ya no te lamentes más,
que de a poco voy recuperando el aliento.

jueves, 16 de julio de 2009

LVIII


Una estrella cayó de lo alto esta noche,
fracturándose la magia,
ella sólo quiere levantarse
cuando aún el cielo sigue a oscuras
y titilan tenues los deseos detrás del alba.
Vagabunda, robada y sombría,
se protege escondida de la niebla hambrienta
que amenaza con llevarse su inocencia.
Una estrella cayó de lo alto esta noche,
y en ese instante perdió su vida,
si buscando entre la hierba aquietada
pudiese encontrar la palabra que falta,
alcanzaría de nuevo a elevarse hacia el cielo,
y volver a brillar apacible en silencio.

LVII



Hoy le escribo a tu amor,
necesito sentirlo cerca,
necesito tu valor
para sobrepasar la pena injusta,
alzarme alto hacia la aurora y seguir,
sin mirar lo gris que quedó debajo.

Hoy le escribo a tu amor,
porque lo necesito más que nunca,
mis silencios le reclaman su descanso,
le reclaman la paz que promete en un beso,
para descansar mi frente y sanar la herida;
quédate a mi lado y devuélveme la alegría!

LVI


Olvidarte en el invierno de mis días,
ha sido una de las cosas más difíciles
que me ha tocado en la vida,
letargo amargo,
camino sin retorno;
fuiste el sueño prometido
sucumbido en un segundo derrotado.

Caer, levantarse y volver a empezar;
cuantos muchos repiten la fórmula mágica
que garantiza volver a encontrar felicidad,
pero será que funcionará contigo?
será que tus sombras
lograré traspasar?

Aquí sigo yo,
mezcla de orgullo herido y amargura,
y es así porque lo admito,
pues me sigue matando un poco
el veneno que dejaste en tu camino.

Dicen el tiempo lo cura todo,
y ojalá lo haga conmigo;
porque sé muy bien
que no lograré avanzar
en el inmenso cielo infinito,
si no logro encontrar la forma
de abandonarte en el olvido.