jueves, 23 de diciembre de 2010

domingo, 19 de diciembre de 2010

LXX

Algunas tristes tardes grises,
en el que el aire de pronto no existe,
algunos momentos que nacen del tiempo oxidado,
nos hacen buscar la palabra secreta,
aquella inmutable que selló tus sueños olvidados.

Cuánto será en realidad que has aprendido en este viaje,
cuántas voces llevas impresas en tus ajados vestidos,
que levantan preguntas lanzadas al vacío,
de tus miedos conquistados,
cuántos se han perdido a lo largo del camino.

Te sientas solo aquí,
de pronto aquietado en un suspiro,
llevando a la boca mil sabores que ya no han sido,
desnúdate de juicios hipócritas suicidas,
limitándote a ser en tí mismo,
y cuando se acaben todas las fuerzas mundanas,
empezaremos de nuevo desde el principio.

domingo, 12 de diciembre de 2010

LXIX

Tú, que has sido reto
en el fraguar de mi vida,
me has costado muchas lunas
en las que no alcancé a develar
los misterios que guardaban tus cenizas,
Tú, que en este tiempo te has quedado
con mis noches en vela estrelladas,
en las que no pude conquistar tus caprichos,
te has deslizados entre mis dedos
cual neblina eterna en bruma,
Tú, que has reído al encontrar
mi pecho abierto en dos esperando tu llegada,
Tú, que al final no has servido mucho,
devuélveme todo lo que me has robado!

LXVIII

Sentada a la orilla del silencio,
mirando a los lejos
las hojas rotas que deshojaron
del libro secreto de los sueños,
rostros desvanecidos,
mutados y ambiguos,
se han borrado con el tiempo
y han dejado sombras grises
que reclaman encontrar de nuevo
aquel común anhelo.

Ya no queda nada más
que un par de manos vacías,
sentada aquí puedo observar
cómo se alejan los fantasmas
que en algún tiempo lejano
han prometido permanecer eternos,
y ahora, con vientos cambiantes,
me han dejado sola aquí,
sentada a la orilla
de mi silencio eterno..