domingo, 8 de octubre de 1995

II

Tengo miedo de tus ojos
que me miran sin sentirme,
y al mirarme yo en ellos
me pierda y me olvides;

Tengo miedo de tus manos
que acarician otras pasajeras,
y al acercarme mucho a ellas
se alejen y no vuelvan;

Tengo miedo de tu boca
que besa otra ajena,
y en secreto yo la bese
en sueños, sin conciencia;

Tengo miedo de quererte,
que te vayas y no vuelvas;
y que yo quede en el tiempo:
absorta y sin presencia.