lunes, 10 de julio de 2000

XXI

Deambula el tiempo ciego
buscando mi sombra azul,
navega en una estrella inmensa
en medio de un silencio ensoñador.

Quieta espero en secreto
el momento de asaltar tu corazón,
y tomarlo pronto por divino encargo
para guardarlo dentro de una flor.

Quieran mis fuerzas heridas
aclarar el camino
que ya caminé tantas veces sin razón,
y se queden tus ojos impresos
con marcas de fuego
por siempre en la ilusión.