Deambula el tiempo ciego
buscando mi sombra azul,
navega en una estrella inmensa
en medio de un silencio ensoñador.
Quieta espero en secreto
el momento de asaltar tu corazón,
y tomarlo pronto por divino encargo
para guardarlo dentro de una flor.
Quieran mis fuerzas heridas
aclarar el camino
que ya caminé tantas veces sin razón,
y se queden tus ojos impresos
con marcas de fuego
por siempre en la ilusión.