viernes, 22 de mayo de 1998

XII

Entre sueños te recuerdo,
dentro sólo hay un deseo,
mensajero tonto y vano;
alegría sin encuentro.

Viaja sola la vigilia,
profundo es su destino,
y este sol que lo ilumina
se calcina bajo el crepúsculo
de una mirada enardecida.

Quién será la princesa dorada
que sanará la vieja herida,
heroína de otros tiempos;
daga afilada en su partida.