sábado, 29 de junio de 1996

VII

El corazón
siempre tan lleno de palabras,
tan lúcido, claro y leal;
lo siento tan vacío
cuando no estoy contigo,
y delira enfermo
cuando cerca estás.

No encuentro palabras
para describir lo que siento,
y quedo desconcertada
y sin poder pensar,
es que te tengo
tan profundamente arraigado en mi vida,
que te confundes
con los fantasmas de mi oscuridad.

Y te siento en mis noches y en mis días,
en mi pasión y en mi soledad;
tan arrebatador es este sentimiento
que lo abarca todo,
y siempre pide más.

Mi sombra se desvanece
y el corazón palpita de ansiedad,
tanta ausencia me consume;
y tu presencia me calcina aún más.