domingo, 5 de abril de 2009

LIII


Pasan los días dulcemente
entretejiendo encuentros mutuos,
y es que mi vida ahora parece
el culminar de un largo sueño andado.

Y encuentro en esos ojos pardos,
que desnudan el alma al mirarme,
el lugar donde mi caminar descansa,
el refugio en donde puedo encontrarme.

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