miércoles, 11 de marzo de 2009

XLVII


Junto al último sol he de amarte,
en el lugar dónde siempre vivimos
antes que caiga la tarde,
tomaré tus manos en las mías
y con cada historia que guardan,
sentirás que yo he estado ahí,
entre sueños o en presencia.

Junto al último sol he de amarte,
sonriéndole a la vida
por los recuerdos compartidos,
por ese amor inmenso que
fue creciendo con los años,
alimentándose de besos y de abrazos.

Junto al último sol he de amarte,
y en la inmensidad de lo desconocido
te seguiré esperando,
hasta reencontrarnos de nuevo
para nunca más dejarnos.