miércoles, 25 de marzo de 2009

LI

Tu voz es dulce poesía
para el deleite de la brisa,
que la envuelve y la eleva
entre el verdor de las hojas
del tiempo encantado,
se desliza en silencio
desnudando mi pecho y mi espalda;
alimentándose del néctar
que guarda para tí mi alborada.

Tu voz es dulce poesía,
que declama su canto
sin decirme nada,
resonando las estrofas
de tiempos remotos guardados
y que hoy se revelan
bajo la luz embrujada,
tu voz es poesía;
así como poesía es tu alma.