Ya no existo;
en el tiempo cómplice
de esta soledad
que en secretos
me reclama tu ausencia.
He dejado de ser al sentir,
bajo el aústero cielo
hechizado de mil amores,
me limito simplemente
a padecer en silencio tu sentencia.
Me niego a sentir,
y contengo la respiración
pues tengo miedo
de encontrarte de nuevo en ella;
acechando inconmovible mi existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario